24 enero 2008

El cóndor

Un viejo que habla con una joven no habla, piensa.


Las mujeres noruegas se parecen a las bayas nórdicas, cuando las vas a recoger no sabes por cuál empezar, son pocas pero no cabe una más en la cesta y conviene tomárselas con crema.


En el combate entre el espíritu caballeresco, el quijotismo y la sanchopancería, después de cuatro siglos de supremacía de ésta, ha acabado por triunfar el espíritu del lector, que se ha olvidado de todo y lleva una vida que imita a una novela de ciencia ficción leída en la bolsa.