11 enero 2008

El fenómeno

El fenómeno de la adopción ha llegado a cotas de obscenidad moral tales que cabe compararlo al contrabando de marfil y al tráfico de diamantes. Se ha puesto de moda (en realidad siempre fue un adorno para ricos) entre los caraduras del mundo del espectáculo compensar su tedio con la adquisición de sucedáneos de hijos. La adopción y el aborto satisfacen el ego infinito de mujeres frustradas.