21 enero 2008

Sumatra

La selección natural del tráfico hace que por suerte vayan despareciendo de la carretera los menos aptos para conducir, aunque como depredadores que son se lleven a otros tantos inocentes por delante. ¿Cómo podría salir uno seguro a la carretera en compañía de las cuarenta mil víctimas culpables del tráfico que sucumben en Europa cada año? Las carreteras no son verdugos y los muertos pobres víctimas; los que bajan a la mina o se echan a la mar o se pinchan las venas saben a qué van; sin embargo morir en la carretera nos pilla siempre por sorpresa, cuando en realidad cada vez que se coge el coche debería haber una alerta familiar general.


Si tu mujer te abandona, por alguien será. Y si vuelve será por algo.


El matrimonio debería tener fecha de caducidad. Debería ser como las elecciones, por un periodo prorrogable de cuatro años, y con un suculento incentivo económico al final de cada matrimoniatura. Lo que salva el matrimonio es el patrimonio.


El matrimonio suele ser bastante limitado temporalmente, cosa que no se puede decir del divorcio, que dura toda la vida. O lo que es lo mismo, el matrimonio es coyuntural, mientras que el divorcio (si hay hijos) es estructural.