29 marzo 2008

La perla



La mirada perdida en una nube,
los dedos engastados en la seda,
la maraña de pelo que se enreda
en los labios, la voz furtiva; sube
la mano por un muslo a tientas y húmeda
se abre la cortina, la otra asciende
por una comisura que se enciende
y una llama erigida arde muda;
la confusión de lenguas, el sudor
de las yemas, el resplandor de pétalos,
el tallo que despunta entre los sépalos,
la flor que se desprende de la flor;
la eternidad que pasa en una hora
sembrando en el jardín que se desflora.