26 mayo 2008

Americano

Lo epígonos se reconocen por los títulos de sus libros, siempre superiores a los de sus maestros.


H.C. Andersen era un gorrón; Dickens lo invitó a su casa unos días y se quedó cinco semanas.


Lo alemanes son exnazis.


La píldora del día después, contra el polvo del día antes, se mete por el culo, para que no tenga efectos secundarios de duda, arrepentimiento y remordimiento de conciencia.