03 junio 2008

Café en Glorioso


No me la toques, tiempo, no te pases;
no le ajes la piel de las mejillas,
párpados, cuello, labios, cuanto pillas;
piérdete en tu guarida y no le arrases
la cúspide interior, la comisura
y la perla en la cámara bivalva;
de tu garra retráctil no se salva
la tela primordial, ni de tu usura
el broche que relumbra; ni el tesoro
que su afán recaudó; ni todo el oro
en polvo malgastado en ti, perdura;
no pierdas tiempo en nada que no dura.
Tuyo es mi genio, mi alma, poca cosa,
si me la dejas nueva, tersa, rosa.