10 junio 2008

Capuccino en Sopranos

Alonso: ¡Dios qué buen vasallo si hubiera buen señor.


En la terraza del Kaffebrenneriet: El, veinte años mayor, con cara de baboso, mira a la estudiante durante diez minutos como si tuviera ganas de asesinarla. Le arrebata de mala manera un libro y balbucea congestionado; como no sabe qué decirle lo hojea y ojea hasta que ella recoge sus libros, se levanta y se va.


Una verdad como un templo es una mentira.


Creer en dioses es propio de mentes dementes.


Hasta los seis años los niños tienen que estar en su casa.


Una amigo lleva toda la vida preparándose para poeta clásico.


No hemos visto nada comparado con lo que nos espera ver.


La guardería es un sitio donde los niños van a ensuciarse; debería llamarse guarrería.


Las madres no lactantes les niegan a sus hijos el pan y la sal.


A los EEUU también les están llegando sus βαρβαρóι.


La literatura antigua parece escrita por gente que no sólo no sabía escribir, sino tampoco hablar; igual que nuestra literatura en el futuro.


La ciencia de cada época se basa en todas las falsedades precedentes.


Vivir es saber integrarse en cada nueva generación y prever la siguiente.


La gente es siempre más baja y mas lista de lo que parece en televisión.


Las mujeres sirven a los hombres en casa y los hombres a las mujeres afuera.


Un filósofo es un inventor de refranes.