31 octubre 2008

Americano

El fin del matrimonio es el divorcio.

Nadie normal que se casa se mete dos veces en el mismo lío.

Lo que más le gustaba de él era que supiera latín y el paquete.

El dinero y la prostitución son pilares del matrimonio.

El obispado está en el barrio del lenocinio.

Quien paga sexo adelantado se lo come fedorento.

Es una mujer con todas las letras.

Ser un apátrida en el exilio, ser un exiliado en la patria.

Curas bendiciendo penas de muerte y abusando de niños.

Lo mejor de la vida, tener hijos; lo peor, casarse.

El philósopho phrancés habla de Panglos como si alguien fuera de Phrancia recordara a Voltaire.