29 marzo 2009

El asiento

El asiento a mi lado era el anzuelo
donde estaba mi cebo preparado,
la suerte indefinida del colgado
que localiza un rolex en el suelo;
hablamos; me descifras tu destino,
cuyo nombre se hubo confinado
en la memoria, torpe y despistado;
se me cruzan los cables y no atino
a concentrarme en lo definitivo,
planear la siguiente acometida,
nombre, hora, lugar, la compartida
entrega apresurada, en efectivo,
del móvil; ya llegaste; en la salida
sueltas mi mano; huyes de mi vida.