18 abril 2009

Cuando mi mano

Cuando mi mano a tientas en lo estrecho
acaricia tu loma cenicienta,
cuando mi carne da en tu palma hambrienta
y tus labios abarcan todo el trecho,
cuando mi corazón bate en el pecho
y a sacudidas clavas la herramienta,
cuando mi boca casi ya ni alienta
corriendo tras de ti por todo el lecho,
llega la brisa gélida, la niebla
cubre la piel, el manantial se llena
entre rachas de espasmos en cadena
y se rasan mis ojos de tiniebla;
queda tu cuerpo encima de mí, inerte,
y mis manos asidas a la muerte.