05 diciembre 2009

Cortado

PARADA DEL ALSA EN LIERES



El asiento a mi lado era el anzuelo
donde estaba mi cebo preparado,
la suerte que llegaba de prestado
me dejó como un témpano de hielo;
intercambiamos datos del destino
cuyo nombre se hubo confinado
en la memoria, torpe y despistado;
se me cruzan los cables y no atino
a concentrarme en lo definitivo,
planear la siguiente acometida,
nombre, hora, lugar, la compartida
entrega apresurada, en efectivo,
del móvil; para el bus, a la salida
sueltas mi mano, huyes de mi vida.