10 noviembre 2011

Fransk kontinental

TREKANTEN

En el aparcamiento de Trescantos,
a la caza de dóciles bocados,
vi encenderse en tus labios un ducados,
otro más, como yo, uno de tantos.
Prendado me quedé de tus encantos
de celofán turgente y envasados
al vacío, tus dedos adosados
al móvil tecleando desencantos.
Ágil sirena, en el capó de un salto
te sentaste a fumar, yo sofocado
dejo la bolsa del supermercado
y monto la estrategia del asalto.
En vano. Solo queda sobre el Volvo
la marca de tu culo hecha en el polvo.