FRUTA PERMITIDA
He resuelto pisar tu telaraña,
afilar mi puñal contra tu piedra,
desenvainar el filo entre la yedra
de tu amor y morir en tu maraña.
He dejado mi dicha al descubierto;
me he pasado de rosca, de la raya;
he traspasado hambriento tu muralla
para morder la fruta de tu huerto.
He tenido tu cuerpo sin tocarlo,
he soñado tus labios y he sentido
tu carne y he quedado sin sentido
tirándome a tu fuego sin pensarlo.
Como siempre saldré de las cenizas
igual que un avefénix hecho trizas.
He resuelto pisar tu telaraña,
afilar mi puñal contra tu piedra,
desenvainar el filo entre la yedra
de tu amor y morir en tu maraña.
He dejado mi dicha al descubierto;
me he pasado de rosca, de la raya;
he traspasado hambriento tu muralla
para morder la fruta de tu huerto.
He tenido tu cuerpo sin tocarlo,
he soñado tus labios y he sentido
tu carne y he quedado sin sentido
tirándome a tu fuego sin pensarlo.
Como siempre saldré de las cenizas
igual que un avefénix hecho trizas.