04 febrero 2012

REGALO CON SORPRESA

Una sirena pálida y varada,
tus almenas henchidas como alas,
tus cañones cargados con dos balas,
empuñas tu bocado desbocada;
tus muslos apoyados en la almohada
aplastan mis mejillas y resbalas
con tus labios abiertos como calas,
mi lengua echando el ancla en tu ensenada,
hasta llegar al fondo del abismo;
ya sin respiración llega la ola
que desparrama espuma y que me asola
con la desolación de un cataclismo.
Un náufrago que encuentra una botella
y un barco en miniatura dentro de ella.