13 noviembre 2013

IX


A D.


EL AROMA DE LA FLOR


Cuando cae la noche pienso en ti, 
cuando leo en tus labios tus palabras
distantes pienso en ti, cuando me labras
tu beso en mi corola pienso en ti; 
cuando siento tu aliento en mi cintura 
y la carne encendida de tu boca
se desparrama abierta y se desboca
en mi vientre, ofreciéndote su altura,
pienso en ti. En tu luz que me deslumbra,
en tu voz que retumba en mi vacío,
en la sombra difusa en que vacío
la esencia de mi flor en la penumbra. 
El velo se dilata. Se deshoja
la cúpula del tallo, que te moja.