05 julio 2014

VIII



ILUSIÓN ÓPTICA 


Noche final contigo y la miríada 
de astros oficiando de testigo;
tus besos, al rozar la madrugada,
un premio transformándose en castigo. 
Tu búsqueda encontraba mi ladera, 
mi ímpetu asolaba tu cintura, 
tus dientes afilados de pantera 
me dejaban grabada su escritura. 
Al fin, cuando me daba ya por muerto, 
la última descarga a quemarropa,
alguien te llevaría al aeropuerto,
y no sería yo tu última copa.
Unidas a lo lejos dos estrellas 
se separan al acercarse a ellas.