01 noviembre 2014

Fransk kontinental





DESPUES DE LA TEMPESTAD VIENE LA CAMA


Has sido una tormenta de verano,
amor, en mi desierto; un espejismo 
que embelesó mis párpados en vano
arrastrándome al borde del abismo.
Un incendio voraz, un cataclismo
que corrió mis cimientos, un pantano
que reventó la presa y un seísmo 
agitándose dentro de mi mano.
Giraste sobre mí como un tornado
que desparrama todo lo que toca; 
a la deriva, el mástil entornado
se derritió en la espuma de tu boca.
Luego llegó la calma, amor. Ya firme 
salí de tu volcán sin despedirme.