03 julio 2015

La argentina, café de Colombia

Crucero

Le pregunto a la camarera del restaurante del Color Line a Kiel (Sara, lo pone en la solapa), que habla sueco, pero parece brasileña, que de dónde es; me dice que de Eritrea. Espero encontrarme otra vez con ella y pedirle el número de teléfono.
Al otro día voy a buscar a Sara después de comer, porque no había servido a nuestra mesa. Hablo con ella y la invito a que nos encontremos en Oslo, donde vive. Trabaja dos semanas en el crucero y luego descansa otras dos. Comprende al momento mi intención y tocándome el brazo me dice que lo siente pero que tiene novio, así que nos despedimos con un fuerte y definitivo apretón de manos. Adiós Sara.
Anoche mi colega Fidele, casado y con dos hijos, que tenía cumpleaños, se tiró a una tía el doble de joven que él para celebrarlo.
Esta noche fue tranquila, me enrollé con una enfermera estadounidense, pero ya de camino a la cama a las dos, así que na.