INICIACIÓN
de almíbar, la cariátide rendida
después de la contienda, la guarida
de cálidas y pálidas palomas.
La llama crepitante de la vela,
las lenguas retorciéndose entre espuma
en la penumbra cómplice, la pluma
que dibuja sus trazos en la tela.
Párate tiempo, no traigas el día,
ofréceme de nuevo la caricia
de su aliento, la sal de su primicia,
la flor que se desflora en agonía.
Revélame la mancha derramada
de corales que no borrará nada.