FLUJOS
Tus labios se demoran en el tallo
que trepa por un cielo incandescente,
en tu mano germina la simiente,
desplegada la flor, siento que estallo
de repente; al borde del desmayo
me dejo resbalar por la corriente
desatada, que colma intermitente
la orilla del arroyo con su rayo.
A pleno sol, en el azul del cielo,
descarga incontinente la tormenta
de verano; vertida, arroya lenta
la savia y se derrama como hielo
fundido; el agua de la vida fluye
en la garganta que te sustituye.