20 diciembre 2016

Cortado en Ranón




NOTA FINAL


Me voy sin despedirme, como un perro,
vencido por tu terca indiferencia,
acato de regreso la sentencia
que quedará grabada como a hierro
hasta el fin de los días. Aquí entierro
lo último que guardo de tu herencia
de infidelidades y de ausencia,
las heridas abiertas con mi yerro
después de tantos años, la negrura
de ciegos callejones sin salida,
el último rescoldo de la vida
que sembré en tu interior y que perdura.
Como un perro que muerde tu reflejo
en el agua, me voy y aquí te dejo.