CÍRCULO VICIOSO
Me encamino, derecho al infinito
abismo que me espera, al fin del mundo,
al centro de la tierra, al más profundo
agujero sin ecos y sin gritos.
Celebraré mi solitario rito
de custodiar la llama, que segundo
a segundo sucumbe, vagabundo
que huye de la ley como un proscrito.
Aquí me espera la negrura incierta,
la lucha entre las olas en patera,
el hueco en espiral de la escalera,
la pendiente en picado, a tumba abierta.
Seguiré tras de ti toda la vida
como en una rotonda sin salida.