23 febrero 2008

La merced

Pasa una eternidad, luego te vas,
no se si lo que tengo, que no es nada,
lo poseo en la noche desvelada,
si me lo dejas o si me lo das;
vacía tu figura surge cada
vez que te pienso, siento más y más
entre la bruma de mi cama helada
que no vas a volver de donde estás,
que no sé dónde es; tengo en mi mano
el hueco de tu mano sin presencia
y sufro tu total indiferencia
y por tu lejanía clamo en vano;
no lloro por tu amor, que nunca tuve,
sino por conducir tu BMW.