17 marzo 2008

La perla

El pensamiento obedece a la ley de la gravedad. Un polvo a la que adivine a quién cito.


De Thérèse Desqueyroux, novela leída a los dieciseis años, sólo recuerdo el olor a humo y que nombraba a Nietzsche.


Las ideas tienen que ser limpias, claras, seguras, breves, y expresadas en frases cortas, rápidas, bonitas y no repetidas, como los números de la lotería.


El estilo es tener algo que se necesita decir.


Las novelas americanas dicen todo y no piensan nada.


Cuando fui a recoger el coche de la revisión bienal me dice el mecánico: "Hay que quitarle las matrículas", lo cual significa que no puede circular; al ver mi cara se ríe y me dice que el coche no tiene ningún fallo. Este no puede ser noruego, pensé para mí. Y en efecto, era de origen portugués, descendiente de un aristócrata sevillano exiliado en Portugal durante la primera república española. Da gusto llevar el coche a revisión.


En la época del ordenador no se tiene en cuenta la economía del tiempo de los lectores.


πλεον ημισυ παντοs. Εργα και Ημεραι. Hesiodo.


El secreto del aburrimiento es decirlo todo. Voltaire.