02 febrero 2009

Santa Alina

Pornografía, sexo depilado.

Sexo virtual, placebo del solitario.

El periodismo, la punta del iceberg de la realidad.

Ama a la amante,
quiere a la querida,
esposa a la esposa.

Anillo de boda, lo contrario del piercing.

Sexo, el más bajo de los instintos.

En los colegios religiosos la letra con semen entra.

Los pies grandes destruyen los mejores cuerpos.

Una mujer conduce aunque no juegue de niña con coches y un hombre se la folla aunque no juegue de niño con muñecas.

En Australia miran el mapa al revés y el sol sale por el oeste.

Todo tiene doble realidad, por ejemplo hay mujeres y mujeres.

Conducir es ir de un sitio a otro evitando chocar.

Nada más desfasado que el presente visto veinte años después.

La gente normal es una especie a extinguir.

El vasco, lengua de andar por casa, sobrevivió al latín.

Los accidentes de tráfico, variante moderna de la selección natural.

Erotismo, ver sin tocar.
Sexo, tocar sin mirar.
Pornografía, tocar y mirar.
Amor, ni ver ni tocar.

La vida, proceso de adaptación al medio que culmina con la muerte, asimilación.

Tener todo el tiempo del mundo para conseguir una mujer imposible.

La elegancia, el arte de la represión.

Todo origen de las especies tiene un final.

La religión niega la razón.

Hitler hacía sus mítines empalmado.

En el fondo la mujer sólo le pide al hombre semen.

De joven vivir en la periferia y cultivar la mente, de viejo vivir en el centro y cultivar el cuerpo.

Muerte, conjunto vacío.

El tiempo, no-tema de conversación.

La nada es la distancia entre cero e infinito.