15 junio 2009

Ni de milagro

Ni de milagro lograré tenerte
más de cinco segundos en mis sueños,
que los dedos del agua no son dueños
cuando se filtra por la mano inerte;
ni de milagro cuando estés desnuda
podré vocalizar otra palabra
que imposible, esperando que se abra
la caverna que permanece muda;
ni de milagro cuando te hayas ido
de mi vida podría recordarte
más que como escapista con su arte
de ofrecer y no dar lo que te pido;
serás de mi placer constante el centro,
seré el consolador que llevas dentro.