04 julio 2009

De repente

De repente surgió como una reina
de oros, virginal, sendero arriba,
indolente navío a la deriva
que el aire, mascarón rubio, despeina;
yo no sé si seguir o dar la vuelta,
si pararme y decirle que lo siento,
echar mi desesperación al viento
o darle a mis suspiros rienda suelta.
Ya llega al pie de mí, me dice hola,
confronto sus dos bronces cara a cara,
veo la cosa de soslayo clara
y un escalofrío me desola;
no era xana de fuente ni de río
sino la metamórfosis de un tío.