01 agosto 2014

IX




CAMBIO DE SENTIDO 


Tu perfume es el aire que respiro
cuando me desparramo en tu cintura;
el aliento encendido de un suspiro
que recubre mi cúspide, madura
pulpa que tus labios han sedado;
tu saliva humedece como pez
en el agua mi vértice salado,
que sacia con su pálpito tu sed.
Ya siento deslizarse mar adentro,
guiada por tu mano en la penumbra,
abriéndose camino por tu centro,
una vela fundida que no alumbra.
Ya apagada, doliente, malherida,
sale de la morada sin salida.