VISITA RELÁMPAGO I
Llegaste de la nada hasta mis brazos
a altas horas de la madrugada,
a la luz de la luna, desbocada,
a la luz de la luna, desbocada,
por mi cama desértica de abrazos.
He soñado el contorno de tus trazos
dispersos por el fuego de la almohada,
tus velos transparentes, tu mirada
prendida entre las redes de mis lazos.
Turbaste mi razón, mi paz, mi hielo,
con la marea viva de tus olas,
un náufrago que avista el rompeolas
en la maraña rubia de tu pelo.
Seguiste tu camino indiferente
como un cuerpo que arrastra la corriente.
He soñado el contorno de tus trazos
dispersos por el fuego de la almohada,
tus velos transparentes, tu mirada
prendida entre las redes de mis lazos.
Turbaste mi razón, mi paz, mi hielo,
con la marea viva de tus olas,
un náufrago que avista el rompeolas
en la maraña rubia de tu pelo.
Seguiste tu camino indiferente
como un cuerpo que arrastra la corriente.
