04 febrero 2020

Cortado de avena en Overens



Aguantar es soportar a alguien que tiene guantes. 

La mano ortopédica lleva guante ortopédico. 

Los guantes perfectos son los transparentes. 

A los muertos no los entierran con guantes. 

Ser del guante, tirar el guante, tirar la piedra y esconder el guante, gato con guantes...

En Guantánamo tratan a los presos con guante de hierro. 

Ir sin zapatos es ir descalzo, ir sin guantes es ir desguanto. 

En una caja de zapatos hay dos zapatos, en una caja de guantes hay muchos. 

Nadie da guantazos con guantes. 

Mejor que guantazos, manoplazos. 

Nadie lleva plantillas en los guantes. 

No hay guantes de marca. 

Después de trabajar hay que lavarse los guantes. 

Las manoplas son guantes para orgías de dedos. 

Los guantes de seda son la ropa interior de las manos. 

Hoy por la mañana, a primera hora (solo tiene noción de cuándo es la primera hora en el invierno de Noruega el que vive aquí), salí a correr nevando alrededor del lago Sem (abajo agua, en el medio hielo y encima nieve y niebla), y al pasar por el puente de madera de la cascada, que no está congelada como siempre en febrero, en contraste con la blancura de la nieve que lo cubría todo, como si las nubes se hubieran precipitado en bloque, mangado en el poste de una linde, y antes de que su dueño volviera a pasar a recogerlo, sobresalía un guante negro de piel (aquí los guantes perdidos se ponen en un sitio visible para que su dueña o dueño los encuentren) que me estaba haciendo una peineta. 

Todo espacio finito cabe dentro de un espacio mayor, y así hasta el infinito.

“La mémoire est associée à une expérience considérée comme antérieure aux expériences actuelles. Il s'agit d'un principe d'ordination conceptuel pour des expériences imaginées, dont la viabilité donne naissance au concept de temps subjectif, c'est-à-dire ce concept de temps qui renvoie à l'ordination des expériences de l'individu”. Proust no, Einstein.