EN PORTADA:
“El autor construye magistralmente el suspense hasta el clímax mortal”.
“Se aconseja la lectura diurna, sobre todo si se tiene la más mínima tendencia al miedo a la oscuridad”.
“La mejor novela criminal sueca”.
“Åsa Larsson escribe mucho más allá de las exigencias tradicionales de calidad del género”.
“Lee el libro antes de que se lo lleve Hollywood”.
“Cuando se lee una novela de Dahl, con o sin criminal como prefijo…”
“No conseguí desprenderme de él (libro); repta bajo tu piel y se queda ahí”.
“Profundamente original, muy emocionante e infrecuentemente inteligente novela negra”.
“Libro sin duda interesante, y especialmente al final desarrolla claras cualidades de ‘page-turner’”.
Antivacunas muerto, al pan pan y al memo memo.
Hitler era la peor mierda con las manos sudadas.
Islandia debería llamarse Borealia.
El problema de las matemáticas es que no se saben enseñar.
En cuestión de género importa el número.
Lo que se acata no se ataca.
Los turcos quieren cambiar el nombre de su país para que los ingleses no les llamen pavos.
Libros de un antivacunas, a la basura a reciclar.
Los rusos siempre tan crimosos, a la NATO la llaman NATA.
Joven, que nadie te diga nada de nada.
Viejo, no digas nada de nada a nadie.
La oficialidá non valdría namás que pa da-y ales a la policía llingüística.
Aborto, “el derecho que más vidas ha costado conquistar”.
“Cuando la calle se limpia los dientes de sus últimos transeúntes”, Merche Arriaga.
Llega un momento en que ya no hay con quién reconciliarse ni con quién liarse.
Ser más tonto que la letra de una ópera.
Cuando te cierran vas, cuando te abren no vas. Tú a hacer lo que no te manden.
Los diarios son la mala conciencia de los mentirosos.
Los que escriben diarios ponen de todo menos que se duchan.