Asturiano, lengua que todos hablan sin querer ni saber.
Negacionista de todos los valores.
Don Quijote es negro.
En una guerra, para que dure, hay que matar a pocos de cada vez.
Europa se divierte con corridas de toros, caza de ballenas y subvencionando guerras.
Estoy de acuerdo con todo lo que no te gusta pero en contra de todo lo que te gusta.
Si la ciencia mandara ningún político pasaría de bedel.
Los abortistas son transitivos, no se abortan a sí mismos.
Todos los seres humanos nacen libres (los que permiten nacer).
El mejor puesto de trabajo es el trabajo depuesto.
Encontrar cada día algo imposible.
No hay mejor matrimonio que el de los demás.
Está bien que una política le diga a un político que lo que él hace está mal, aunque esté bien.
Un estadounidense y yo no sentamos en el Kaffebrenneriet con dos consumiciones de cien coronas cada una. Un nativo de aquí instaló la oficina en el sillón de al lado con un vaso de agua del grifo con hielo, un termo con café y dos knekkebrød con queso que traía de casa.
No sé qué idioma hablaban pero después de una hora sin dar callada acabé aprendiéndolo.
La vida comienza con la opción de que te elijan para vivir.
Cosas a suprimir primero, militares, religiones y aborto.
En términos de pérdida de vidas ninguna guerra se puede comparar con la pérdida de vidas del aborto.
Redes sociales, religión moderna de engañabobos.
Influencer, la buscavidas resabida que no daba callada en clase.
YouTuber, el tombolero charlatán que iba por los pueblos de feria en feria.
Instagramer, bambalinas para acomplejadas.
WhatsApper, balconeras y portaleras.
Twittero, filósofo bocazas de mostrador de tugurio.
Móvil, arma de suicidio mental paulatino.
Facebookera, exhibicionista que anda por la calle con un álbum de fotos bajo el brazo.
Tiktokera, faltosina en celo.
Snapchatera, enseñacoños.
Tinderos, minusválidos de lo que hay que tener.
Cuando iba a parir pidió elegir (por escrito) la edad y el color de la comadrona.
El sol ni sale ni se pone, es la tierra que gira.
Ucranianos, privados de cráneo.
No hay cosa que más dure que una ruina.