Madrid-Última parada-Sol
—¡Heil Hitler!
—¡Heil Hitler!
—¡Heil Hitler!
—¿Y tú, abuelo, no saludas?
Silencio.
—¿Está dormido?
—No se mueve.
—A ver ese periódico…
Silencio.
El hombre baja el periódico. Saca algo de la cazadora. Un revólver de juguete.
—Pang —dice, apuntando.
—¿Qué…?
—Pang —al siguiente.
—Este tío…
—Pang.
—¿Pero qué hace?
A uno no le da tiempo a irse. Otro queda inmóvil en el asiento. Otro cae con el brazo en alto.
—Pang.
—Tío, vámonos.
Silencio.
Solo queda uno.
…
—Qué fuerte…, dice cayendo al suelo junto a los otros.
Las puertas de vagón se abren. El hombre sale y desaparece.