31 agosto 2018

Cortado med S.



VÍA LÁCTEA


Dos labios en la flor, la boca llena,
el filo de una espada que se hunde
en la fruta madura, ahonda y funde
desparramando espasmos en cadena.
Una llama que arrasa la espesura
y que abrasa la carne que traspasa,
una brizna de hierba en una brasa,
una lengua de fuego en la cintura. 
Unos diamantes cortan una seda
que se tiñe de rojo entre saliva,
una barca que boga a la deriva,
una gacela herida en la vereda.
En el amanecer se pierde el rastro
de luz diseminada por el astro.