27 diciembre 2019

Kaffebrenneriet. con Vilde


Amigos con tropiezos

Una alumna común me dio el número de ella, la llamé y quedamos para tomar un café. Iba a casarse por el verano y establecerse en Livorno. Al cabo de cinco años retornó, ya con dos hijos. Una oktoberfest en Oslo, atraídos como por la fuerza de gravedad de un horizonte de eventos caímos al abismo de una pasión desenfrenada. Duró la historia quince meses. Hubo de todo y alguien se enteró pero no llegó la sangre al fiordo. En diciembre decidimos dejarlo y recuperar el statu quo. Seguimos de amigos, amigos con tropiezos.