15 abril 2020

Oliver internacional I


Ayer, viernes santo, como para celebrar los antiguos “Viernes Santos” del Óliver, participamos en una tertulia internacional quince miembros, que fueron yendo y viniendo a lo largo de cuarenta años, desde que empezáramos en la cafetería Óliver de Oviedo en 1.980, aunque de aquella época solo quedábamos Carlos, Martín, Bueres y yo. (la primera tertulia fue en la Perla, un bar enfrente del Campoamor, pero a Víctor Botas no le gustaba en vino, así que nos fuimos a la cafetería Oliver en la Avenida de Galicia.), gracias a la encerrona del virus y a los medios modernos de comunicación de musas. 

La teología es el estudio de la nada.

Es más vago que un personaje de Proust. 

La pobreza se acumula en manos de cada vez más personas. 

El mercado negro de productos sanitarios es el contrabandismo filantrópico. 

Todas las relaciones tienen efecto Doppler. 

Los bocados más sabrosos vienen con cinturón de castidad.  

Me dijo que estudió en la universidad de Oslo, que nació en el 84 y que tenía 38 años. Yo le dije que entonces tendría 36. Se quedó extrañada. ¿36? No sabía exactamente la edad que tenía. 

Estos me gustan: Borges, Buzzati, Camus, Conrad, Gogol, Hamsun, Kafka y Proust y Rulfo. 

Al virus no le interesa matar a todos.