18 junio 2020

Oliver internacional IX





Las releí hace pocos años. 
Tres cosas: descubrí por mi cuenta varios fallos, que yo no sabía que existían y tuve que hablar con Carlos para que me lo explicara. No me gusta el final, el protagonista debiera haberse muerto con sus fantasías en lugar de las de los otros. Lo leí en traducción al noruego y me di cuenta del mal innecesario que son las traducciones literarias. Son dos novelas diferentes. Borges pensaba que la versión inglesa era superior.

Me gusta más el cine mudo. 
Bergman. Una pasión, 1969. Max von Sidow le dice a Liv Ullman: veo tus ojos pero no puedo llegar a ti. Personajes inestables e inseguros. Matrimonios en proceso de desintegración. Metaficción: cuando el director pregunta al actor sobre cómo piensa que es el personaje que está interpretando. Otra: ‘Qué gran follador este Marcelo’, de La grand bouffe. 
Odisea en el espacio, de Kubrick 1968: el ordenador Hal 9000, la inteligencia artificial. Le pregunta a uno si conoce el fin de la misión, y el ordenador al notar una duda decide autointerrumpirse, no soporta las dudas, tratan de arreglarlo, lucha entre la máquina y los humanos. Hal llega hasta leer los labios del astronauta. Elimina a los que dudan, vaga sensación de terror. 

Roma: La lozana andaluza, de Delicado, 1528. Catulo y Marcial a través de sus poemas y epigramas.
Paris: A la recherche. La parte final de Un amour de Swann, con las aventuras de desamor entre el narrador y Gilberte. 
Praga: El proceso y La metamorfosis
Londres: paso.  
Nueva York: Voyage de Céline, donde el desquiciado protagonista llega a Nueva York. America, de Kafka.