06 septiembre 2020

Cortado med havre



La araña vive de lo que produce su abdomen, la abeja de lo que roba. 

Uso guantes de golf para conducir, pero tuve que esperar a que dos perdieran el suyo, y que luego no fueran de la misma mano.  
Cada día es el primero de lo que te queda de vida. 
El sabio disfruta con lo que tiene, el más sabio se desprende de ello. 

Para el amor hacen falta dos personas, para la separación una.   

Si te deja tu mujer ayúdala a buscar casa para dos. 

Ella solo te quiere si das en la diana

¿Es que Kant salió alguna vez de Königsberg?

Esculpir, llenar una estatua de salivazos. 

Religiones, negacionistas de la ciencia y de la vida. 

Anuncio: Se escriben todo tipo de libros para escritores en paro. 

Arrabal: “como esculpidos en ceniza viendo llegar un huracán”.

Mi hija mayor está interesada en los mismos estilos de arquitectura que yo, sin que nunca hubiera mediado una palabra entre nosotros de arquitectura. 

Tengo una compañera de trabajo cuyo marido me debe 2.000 coronas y otra cuyo marido, en un viaje de trabajo a Alemania, se acostó con una que tendría dieciocho años😜

Yo estuve en “la poya” de La Gruyère, no en los sanfermines de Pamplona.

Hay cosas que atentan contra las leyes de la naturaleza, a la que tienen que supeditarse todas las cosas, y contra las que hay que readaptar el contrato social. 

En la guerra o sobrevives o no. 

Que se deje vivir a alguien que tiene todo dispuesto para poder vivir. 

D. Quijote comulgaba con molinos de viento pero al final lo comulgaron. 

Pie de foto: a la derecha fulanita de tal, a la izquierda menganito de cual. 

Hilosbos, consolador griego. 

Los egipcios se pasaron cinco mil años pintando a la gente de perfil. 

En cualquier situación cualquiera puede ser víctima de un ataque de risa. 

Los padres quieren rejuvenecer tratando a sus hijos lo más infantil posible el mayor tiempo posible o vistiéndose con ropa idéntica a la de sus hijos. 

Perdí más tiempo leyendo dos veces “À la recherche du temps perdu” que Proust en escribirlo. 

Igual que la ciencia cambia el mundo en el laboratorio la literatura lo hace fuera de él. 

Aquí los escritores escriben en un “pabellón de escritura” que se costean a costa de subvenciones (sumisiones como dice Carlos) del erario público.

Los hay que solo van a las reuniones a rebuznar.  

Una mujer atractiva es una mujer con gravedad.