04 octubre 2021

Cortado con avena

Iconoplasta, el que aburre con los iconos. 


Epístola, carta cargada. 


Una examante me regaló una estantería y mi exmujer me ayudó a subirla a casa. 


“Los maestros son respetados, casi como los padres. Mi marido pudo huir pero a su madre y a sus hermanos los mataron a todos. Entonces su padre ya no quería seguir viviendo, podría haberse escondido pero no soportaba ser el único superviviente y recorría la comuna para hacerse matar, pero nadie quería matarlo por respeto, lo mandaban marchar para que lo mataran otros. Algún alumno que lo reconocía se negaba. Al final lo mató un sirviente de su casa porque le daba pena”. 

Esto me lo contó J. riéndose, para ocultar el pánico transformado en angustia. 


-Para qué sirve saber latín y griego, Marcial.

-A ti no sé, pero a mí para sentirme más listo que tú, Catulo. 


Cuanto más aprendes más tienes que olvidar. 


No solo no me acuerdo de dónde aparqué sino del coche que aparqué.


Qué gran equipo si no hubiera contrario. 


Los tres atentados que más me gustan: el de Carrero Blanco, el de las Torres Gemelas y el del avión en los Alpes. 


Los españoles fueron a evangelizar* el Nuevo Mundo.

*dar por el culo. 


La venta de armas se disparó. 


La mayoría de padres no quieren a sus hijos, quieren algo de sus hijos.