Sommerkaffe quemado, 5€
Todo el mundo okupó el lugar donde vive.
Dios perdió la clave para entrar en el mundo.
Misionero, practicante de la postura del misionero.
Los jueces no sirven si no paran las guerras.
Asturias fabricando armas, debería caerte la cara de vergüenza.
Menos palestras y más academias.
Cuando el papa hable del aborto muchas se van a ver en situación embarazosa.
Tesla, coche del pobre que casi sube a rico.
El descubrimiento de un bosón produce mucha excitación.
A pie, en bicicleta, en moto, en coche, en urna.
Trumplibaner.
Toda la literatura francesa no produce una sonrisa.
Saberse descartar. Gracián.
La sobrecomunicación acabó con la comunicación.
Vida, paréntesis entre dos nadas.
El calvario del César.
Dios existe entre lo que no existe.
Los reyes se lo montaron bien para hacerse inmunes.
Vivió en todo y murió en nada.
Detrás de cada libro hay una Céleste.
La palabra más fea del español, lisonja.
σπεῦδε βραδέως, festina lente, cuerri a espaciu.
Reyes, cuando lo ven crudo huyen con el oro.
Españoles así ya los había en 1647 y hace treinta mil años: Necios, desvanecidos, presuntuosos, porfiados, caprichosos, persuadidos, extravagantes, figureros, graciosos, noveleros, paradoxos, sectarios, destemplados, impertinentes, descorteses, presumidos.
Los europeos se empalman con el olor de la sangre que derraman los demás.
Piensa que sabe no sabiendo ni sabe que no sabe.
Si viviéramos en la estrella de donde venimos ya estaría apagándose.
La estatua se ríe de los que pasan.
El número de necios es directamente proporcional al cuadrado de la distancia: basta alejarse un poco para que se vuelvan incontables.
